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¿Cómo estáis? ¿Habéis sobrevivido? Uf, menos mal… pensaba que con esto del Día de San Valentín había perdido seguidores y seguidoras…
Y es que los medios de comunicación y las grandes empresas llevaban un par de semanas bombardeándonos con la gran fiesta del amor, con ideas estereotipadas y mitos del amor romántico.
¿Se corresponden con la realidad? Claramente no. El modelo del amor romántico (el amor insano) es un modelo obsoleto y está claramente demostrado que no funciona: divorcios, infidelidades, violencia de género, parejas que “aguantan” durante años, mujeres y hombres que viven entre la frustración y la insatisfacción (NOTA: el amor sano, se llama amor confluente, podéis leer más en internet o visitar nuestro canal de YouTube).
Sin embargo, todo el mundo quiere estar bajo ese modelo cada 14 de febrero, porque si no, no estás en el mundo. Los medios presentan siempre el mismo modelo de persona de cara a este día: una pareja superfeliz. Nunca presentan personas felices sin pareja, tampoco personas que se aman así mismas, o personas que valoran a quienes están en su vida, aunque no sean su pareja… Y como no las presentan, es difícil que la sociedad se sienta bien en cualquier situación que no sea en una relación de pareja bajo el modelo del amor romántico. Pero lo curioso es que, como ya hemos dicho, es un sistema que no funciona, por lo que el malestar es inevitable: hasta las personas que viven “ciegamente”, sufren por este tipo de amor.
Hace falta tener un fuerte autoconocimiento y un gran trabajo personal para pasar estos días sin afectación emocional, pues la presión del sistema es enorme.
No sólo nos presionan con anuncios o adornos en los comercios, sino también con las series de televisión, las películas, las canciones y hasta las noticias.
Para una persona que ha salido de una relación recientemente o que ha perdido a un ser querido, resulta casi imposible escapar de esta vorágine de amor romántico. Pero también puede suponer una frustración para aquellas personas que están atrapadas en relaciones tóxicas o agonizantes.
Por eso no es de extrañar que, cada año, aumenten las y los fans del “antisanvalentin”, quienes rechazan al máximo esta celebración y lo que representa. Aunque no todas/os apoyan la causa por el mismo motivo: hay quienes lo hacen por obligación, es decir, no tienen pareja y quisieran tenerla, y rechazar toda esta parafernalia les hace sobrevivir mejor a este día; por otro lado, hay otro grupo que lo hacen por convicción, en el sentido de que creen firmemente en el amor sano (el amor confluente), libre de modas y de tradiciones, basado en cultivar la relación cada día del año con los 3 ingredientes fundamentales (respeto, confianza y cariño); y, por último, están quienes se unen al “antisanvalentinismo” por moda, aunque en la práctica establecen relaciones basadas en el amor romántico pero se acogen a este movimiento para ser más cool.
Sea como fuere, lo que hay que tener claro, tengas o no pareja en estos días, es que el amor no entiende de fechas comerciales. El amor tiene 365 días al año (éste 366), empezando por el amor propio y terminando por el amor a las demás personas. El amor es dar, sin esperar nada a cambio. Pero el amor no es ciego, ni irracional, ni está condicionado, ni es involuntario. El amor nace del conocimiento. El amor es un proceso. El amor evoluciona. Elegimos a quien amar, así es que cuidado con a quien eliges o has elegido. El amor existe en las relaciones igualitarias, corresponsables y racionales. El único amor que suple una carencia es el amor propio. Y es éste además quien nos hace felices. El amor de pareja es un complemento para nuestro amor propio, pero no es un sustituto, ni una alternativa. Todo lo que tú no te des, no te será dado por nadie, pues hay un lugar, un gran lugar en tu interior, que sólo puedes llenar tú con el amor hacia ti misma/o.
Este es el amor que hay que desear y buscar. Y cuando lo tengamos, mantenerlo, pues de él va a depender el éxito de nuestras relaciones personales, sean del tipo que sea. Si el amor está en mí, estará en mis relaciones y en mi vida.
Nos vemos aquí el próximo lunes y el miércoles en nuestro canal de YouTube. Hasta entonces, ¡amor propio!