Hace tiempo hice una búsqueda bibliográfica para esclarecer la información correcta e incorrecta sobre el origen del 8 de marzo, como Día Internacional de las Mujeres (así en plural, porque las mujeres son diversas y no un ente único e indivisible).
Me había dado cuenta de que, todos los años, cuando se acercaba el 8M empezaban a hablarse de sus orígenes y, según dónde te informaras, decían una cosa, otra o la de más allá. Con este post, y basándome en bibliografía de relevancia (que te dejaré al final) voy a tratar de disipar todas las dudas sobre el verdadero origen de este día. Si prefieres verlo en vídeo puedes pinchar a continuación: 8M | Historia real del Día de la Mujer. Ahora, prosigamos…
Por ejemplo, es cierto que hubo un incendio en una fábrica textil de Nueva York pero este hecho no fue el precursor de este día, ni tampoco ocurrió en 1857 como se ha dicho tantas veces. Según Liliane Kandel (socióloga


francesa) y François Picq (historiadora y socióloga francesa), este mito se originó en 1955 con el objetivo de eliminar el carácter comunista que más tarde adquiriría el Día Internacional de la Mujer. Es decir, al hablar de este hecho como el origen del 8M, se borra su verdadero significado (lo entenderás al final de este post).
Pero como ocurre muchas otras veces en la Historia (sobre todo desde que existe internet) la repetición constante de un mito o de una información errónea se acaba convirtiendo en una verdad. Y por eso, el incendio de una fábrica donde había una tela morada y donde murieron muchas mujeres se fue extendiendo y multiplicando como la pólvora.
Sin embargo, si accedes a la página oficial de Naciones Unidas, en la sección sobre el Día Internacional de la Mujer, verás que no se hace ninguna referencia a dicho incendio. Raro… ¿no crees?
Eso pensé yo, así que me puse a buscar información veraz sobre dicho incendio y ahí me di cuenta de que el lío era más grande de lo que yo pensaba. Me encontré que en decenas de páginas y en muchos textos se decía que el incendio acabó con la vida de más de 120 mujeres y ocurrió en 1857. Pero en otras tantas fuentes se afirmaba que había ocurrido en 1908, en concreto el 8 de marzo, y con otro número de víctimas. Pero es que ese día era domingo y no se solía trabajar, así que no cuadra. También dicen que ese día estaban haciendo huelga: ¿un día no laborable? No tiene mucho sentido. Así, podías leer al final un baile de cifras de víctimas mortales según la fuente consultada: 120 mujeres, 129, 146, etc.

La historiadora canadiense Renée Côté ya dejó claro en su investigación «El Día Internacional de la Mujer o las verdaderas fechas de los misteriosos orígenes del 8 de marzo hasta ahora confusos, amañados, olvidados: la llave de los enigmas. La verdad de la historia» (1984) nada de esto es correcto. Y la historiadora de la Universidad de París Michèle Riot-Sarcey concluyó lo mismo y lo publicó en su obra “Historia del feminismo” que sólo está en francés.
Está claro que este no es el origen del 8M, pero ya puestas, ¿no queréis saber qué pasó en realidad? Yo sí… y así llegué a la conclusión de que vale, el incendio fue real, existió. Ocurrió el 25 de marzo de 1911 en la fábrica de confección de camisas Triangle Waist Co. causando la muerte de 123 trabajadoras de la confección y 23 hombres. Murieron por las quemaduras, por la inhalación de humo o por derrumbes de parte del edificio.
La mayoría de estas víctimas eran mujeres jóvenes (de 14 a 23 años) procedentes de Europa del Este y de Italia, no estadounidenses. Aunque también se cuentan 71 personas heridas con distinta consideración.
Estas mujeres tenían una jornada laboral extenuante de más de 14 horas diarias cobrando una miseria (se calcula que 170 dólares a la semana) y unas condiciones de trabajo de semiexplotación y de verdadera precariedad.
La mayoría de ellas eran judías y, como mujeres migradas, trabajaban para enviar dinero a sus familias, con la esperanza de poder reunirse en Estados Unidos algún día. Además, iban en contra de su fe pues se veían obligadas a trabajar en Shabat (sábado), el día de descanso para la fe judía. Y eso que el dueño de la empresa también era judío.

Además se sabe que los pisos superiores (donde estaba la empresa que se incendió) no tenían salidas de emergencia, convirtiéndo en una ratonera. Para el servicio de bomberos fue muy difícil sofocar el incendio, no sólo por la altura del edificio, sino por el contenido inflamable que albergaba.
A partir de esta tragedia se realizaron importantes cambios legislativos en cuanto a normas de seguridad y salud laboral, eso sí es una realidad, pero nada que ver con el origen del Día Internacional de la Mujer.

Aunque indagando, en varias referencias, leí que este suceso dio origen, dos años más tarde (es decir, en 1913), a un sindicato de mujeres,el International Ladies’ Garment Workers’ Union, para luchar por la mejora de sus condiciones laborales. Pero cuando me fui a la información de dicho sindicato, que aún existe, resulta que se fundó en el año 1900, por lo que también hay errores sobre esto.
Y ¿por qué es importante aclarar todo esto? Porque tanta confusión, al final, acaba perjudicando, por h o por b, a la lucha feminista. Hay quienes, maliciosamente, se agarran a estas incoherencias para desprestigiar las reclamaciones de derechos y libertades y la lucha contra la discriminación y la violencia hacia las mujeres que el feminismo enarbola. También hay gente (o gentuza) que aprovechan y confunden todavía un poquito más. De hecho, durante esta búsqueda bibliográfica, me topé con varias páginas misóginas, difunde bulos, cuya intención era demonizar al movimiento feminista, usando unos argumentos que ni Steven Spielberg. Ay, los señoros…
Dejando el incendio a un lado, también se hablaba de muchísimas marchas, manifestaciones y huelgas, con otro baile de cifras. En concreto, se habla de una manifestación de mujeres que dio origen al 8 de marzo. La situaban en el famoso 1857 y en otras fechas erróneas, cuando en realidad tuvo lugar oficialmente el 27 de septiembre de 1909. Se trató de una huelga de 13 semanas (que duró hasta el 15 de febrero de 1910) en la que trabajadoras y trabajadores textiles demandaban mejoras laborales.

En esta huelga las mujeres (que un año después morirían en el incendio) tuvieron un papel muy importante y de ahí que la historiadora estadounidense Mari Jo Buhle se hiciese eco de ella en su obra “Women and American Socialism 1870-1920” (Mujeres y Socialismo Americano 1870-1920). Sin embargo, muchas referencias tergiversan la investigación de Mari Jo Buhle y dicen que estudió el incendio como origen del 8M: algo que ella misma ha negado muchas veces: se centró en la organización de las mujeres de cara a la huelga.
Y puede que te preguntes, ¿pasó algo en el dichoso 1857?
Si no te lo estabas preguntando, yo al menos sí lo hice. Llámame curioso o cotilla… me es indisoluble o indisolvente jejeje (un chascarrillo para decir indiferente). Vamos a lo que vamos…
Desde mediados del siglo XIX, se crearon sindicatos de trabajadoras y de trabajadores de diferentes ámbitos que salieron a la calle en diferentes ocasiones para reclamar la reducción de la jornada laboral y la mejora de sus condiciones de trabajo. Se manifestaron en varias ocasiones durante esos años con mayor o menor éxito, como la huelga de planchadoras de cuellos de la ciudad de Troy, en el Estado de Nueva York, que fracasó y terminó con la vuelta al trabajo en peores condiciones.

Por cierto, otra cuestión de la que me di cuenta, era que se confundían continuamente hechos sucedidos en el Estado de Nueva York (de más de 140 mil metros cuadrados y casi 20 millones de habitantes) con hechos sucedidos, concretamente, en la ciudad de Nueva York. Esta confusión hace que manifestaciones y huelgas ocurridas en diferentes puntos del Estado se situaran en la ciudad de Nueva York, que por cierto no es la capital, la capital es Albany, muy cerquita de Troy, que mencionamos antes. Para que veáis como un error puede cambiar todo el sentido de algo. Parecía que la Ciudad de Nueva York era el centro de todas las reivindicaciones del momento y no.

Pero dejemos Estados Unidos por un momento y veamos qué pasaba en Europa donde las mujeres también se estaban movilizando. El 17 de agosto de 1907 se constituyó en Stuttgart (Alemania) la I Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas que contó con 58 delegadas de varios países. Entre ellas se encontraba Clara Zetkin, una política alemana de origen judío Clara Zetkin, que fue nombrada Secretaria Internacional de la Mujer.
A partir de dicho evento, se funda la Internacional Socialista de Mujeres (ISM) y se dicta resolución para demandar el voto femenino. Como Clara Zetkin era, por aquel tiempo, la directora de la revista alemana Die Gleichheit (La Igualdad en español), se usó para difundir las reivindicaciones y demandas de la Internacional Socialista de Mujeres.
Las socialistas estadounidenses no se habían quedado paradas: habían creado los “Women’s day” con el mismo objetivo: el voto femenino. El primero de ellos tuvo lugar en el Teatro Garrick de Chicago el 3 de mayo de 1908 con una gran participación (de nuevo las cifras bailan pero hablan de miles de mujeres).
Si nos fijamos en las fechas que venimos dando, ninguna coincide con el 8 de marzo.
Por cierto, una curiosidad… el voto femenino se pidió por primera vez en 1848 durante la Convención de Seneca Falls. Entonces, las mujeres emplearon la Declaración de Independencia americana para redactar su Declaración de Sentimientos, pidiendo la igualdad entre sexos e instando a las mujeres a asegurar el voto. Sin embargo, no se conseguirá hasta 1920 (bastantes años después).
Pero prosigamos… Los días 26 y 27 de agosto de 1910 se celebró la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague (Dinamarca). En esta ocasión estuvo compuesta por más de 100 mujeres de 17 países. Entre ellas se encontraban 3 de las 19 primeras parlamentarias elegidas para el Parlamento de un país, en concreto el de Finlandia, que se había formado en 1907. Como se suele decir, Roma no se construyó en un día.

En esta II Conferencia Internacional, se reiteró la demanda del sufragio universal para todas las mujeres y, a propuesta de Clara Zetkin y de su compañera de partido Kathy Duncker (e inspirándose en el Woman’s Day de sus compañeras estadounidenses) se proclamó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Ya nos vamos acercando…


Pero Clara, no estuvo sola. Además de las finlandesas, hubo otras grandes referentes implicadas como, por ejemplo, la pensadora y revolucionaria alemana Rosa Luxemburgo; Aleksandra Kolontái revolucionaria rusa que había sido la primera mujer de la historia en ocupar un puesto en el gobierno de una nación; la creadora del sistema educativo soviético y esposa de Lenin, Nadezhda Krúpskaya; y la revolucionaria francesa que luchó por la emancipación de las mujeres Inessa Armand, que pasó gran parte de su vida en Rusia.
¿Y qué ocurría en el resto del mundo por aquel entonces? ¿Qué papel jugaron las mujeres de otros países en el origen del 8 de marzo?
La verdad es que el occidentocentrismo, el racismo y el clasismo, ha invisibilizado gran parte de la historia. Me encantaría encontrar un libro que recopile las luchas de las mujeres de cada rincón del mundo desde mitad del siglo XIX hasta mitad del siglo XX. Sería muy interesante. Pero no existe… que yo sepa. Una pena.

Centrándonos en España, gracias al nombramiento de Emilia Pardo Bazán como consejera de Instrucción Pública, se consigue el acceso de las mujeres a la Enseñanza Superior en igualdad de condiciones con los hombres. Hasta entonces sólo habíamos conocido raras excepciones en el siglo XIX, como María Isidra de Guzmán (la primera mujer en conseguir el título de «doctor» con permiso de Carlos III y ser socia honoraria de la Real Academia de la Lengua Española… algo muy merecido pero si llega a ser pobre en lugar de noble y rica nasti de plasti) o Concepción Arenal Ponte (que pasó a la historia por disfrazarse de hombre para poder asistir a las clases de Derecho de la Universidad de Madrid). Aunque como ya sabemos, más tarde llegará el Franquismo y lo joderá todo (no hace falta que te lo recuerde).
Volviendo a lo nuestro, según datos de la ONU, la primera celebración del Día Internacional de las Mujeres se produjo el 19 de marzo de 1911 en cuatro países: Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Se seguía pidiendo el voto femenino, pero además las mujeres reclaban poder ocupar cargos públicos así como el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral por razón de sexo. A partir de aquí cada país decidirá cuándo celebrar su Día Internacional de las Mujeres.
Por ejemplo, en Rusia, el último domingo de febrero de 1913, las mujeres celebraron su primer Día Internacional de la Mujer, encontrando bastante oposición en el régimen zarista.
El clima internacional era un hervidero y, en 1917, Rusia estaba sufriendo uno de los inviernos más duros que se recuerdan. La escasez de alimentos y el hartazgo de la población por los conflictos bélicos, fueron la chispa que originó la Revolución Rusa.

Situémonos: febrero de 1917 (según el calendario juliano, que se usaba en Rusia entonces) comenzó con una huelga espontánea llevada a cabo por obreros de las fábricas de Petrogrado (conocida como San Petesburgo). La tensión era evidente. A finales de ese mismo mes, el 23 de febrero concretamente, las mujeres rusas se declaran en huelga en demanda de “pan y paz” como reacción a los más de 2 millones de soldados muertos en la guerra y por las consecuencias derivadas de ésta, como una gran hambruna. Rápidamente la movilización de las mujeres fue apoyada por los obreros y por los soldados, prolongándose así la huelga. La policía tuvo que intervenir, sin embargo no hubo víctimas mortales. Mujeres y hombres pedían la salida del Zar Nicolás II quien se vio obligado a abdicar 4 días después, constituyéndose así un gobierno provisional que concedió a las mujeres el derecho a voto.
Y ¿qué día es el 23 de febrero de 1917 en el calendario gregoriano (el nuestro)? Como habrás deducido, por mi tonito de interés, ese día era 8 de marzo. Todo parece apuntar que este hecho fue el origen del 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
Y ¿por qué el día 8 de marzo?
Sin embargo, de toda la bibliografía existente, sólo la historiadora canadiense Renée Côté, señala que marzo se eligió por ser un mes lleno de acontecimientos de carácter revolucionario, pero no puede asegurar que el día 8 fuese elegido en base a una causa concreta. Aunque, en mi opinión, el alzamiento de las mujeres rusas y el éxito del mismo, pudo tener un peso importante para elegir el 8.
Con lo que sí nos debemos quedar es con el hecho de que las diferentes reivindicaciones llevadas a cabo por las mujeres de todo el mundo desde mediados del siglo XIX hasta los primeros años del siglo XX, potenciaron la idea de crear un día internacional de las mujeres que aunara todas las demandas que tenían: derecho a voto, derecho a la formación, derecho al trabajo, igualdad, no discriminación, no violencia, etc.

Sin embargo, no será hasta el año 1975 (coincidiendo con el año internacional de la mujer) cuando Naciones Unidas establezca oficialmente el 8 de marzo como Día Internacional de las Mujeres.
Y aunque las mujeres y el movimiento feminista habéis conquistado muchos e importantes derechos; aunque hayamos avanzado bastante en cuanto a la igualdad legal; aunque la lucha contra las violencias machistas cada vez tiene más fuerza; y aunque los esfuerzos por visibilizar y reconocer a mujeres importantes (pasadas y presentes) por sus logros y su contribución a la Humanidad; a pesar de todo, sigue quedando mucho camino por andar.
Y quien piense que ya está todo conseguido que no olvide lo que dijo la filósofa francesa Simone de Beauvoir: «No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”.
Por eso el 8 de marzo, y todos los días, las mujeres siguen saliendo a las calles, alzando su voz y reclamando la plena igualdad de derechos, y el fin de las desigualdades y de las violencias basadas en el sexo.
A nosotros, los hombres, nos queda mucho que aprender. Debemos seguir deconstruyendo el modelo hegemónico de masculinidad, una masculinidad patriarcal que nos dota de privilegios y que nos sitúa en una relación asimétrica de poder respecto a vosotras, a pesar de que sois más de la mitad de la población.
Los hombres tenemos que sumarnos a la lucha por la igualdad real, por una sociedad más justa, democrática y diversa. Y tenemos que hacerlo tanto individual como colectivamente. Tenemos que hacerlo entre nosotros pero también junto a vosotras. Y en esas estamos.
Espero que este post te haya aclarado un poquito más el origen del 8 de marzo como Día Internacional de las Mujeres (dilo en plural que es más moderno y más correcto). Te recuerdo que, a continuación, tienes todas las referencias bibliográficas que consulté para hacerlo.
REFERENCIAS CONSULTADAS
– «Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer, 1910 – 1945«, de Ana Isabel Álvarez González, profesora de la Universidad de Oviedo. KRK Ediciones
– Naciones Unidas.
– «La Journée Internationale des Femmes ou les vraies dates des mystériueses origines du 8 mars» de Renée Côté, historiadora canadiense. Editions de Remue Ménage, 1984.
– «8 de marzo. Historia, mito, rito del Día Internacional de la Mujer«. Capomazza y Ombra, autoras italianas. Cooperativa Utopía, 1985.
– «Feminismo para principiantes» de Nuria Varela, periodista feminista. 2008.
– «Women and American Socialism, 1870 – 1920» de Mary Jo Buhle, historiadora estadounidense.
– «Histoire du féminisme» de Michèle Riot-Sarcey, Rapères Histoire, 2015.
– Documento «L’origine VÉRITABLE du 8 mars Journée internationale des femmes» del Conseil du statut de la femme, Gouvernement du Québec, 2021.
– Artículo. Marzos revolucionarios, de Ana María Portugal, directora de la revista trimestral Perspectivas, de Isis Internacional (Chile).
– Artículo. 8 de marzo: en busca de la memoria perdida.