Hemos crecido con una serie de ideas machistas que, por desgracia, siguen muy presentes como:
Si un niño juega con muñecas… será «mariquita».
Si una niña juega al fútbol es una «machorra».
¿Cuántas veces has escuchado esto o cosas similares? Estoy convencido de que muchas y lo cierto es que son creencias erróneas. Eso no es así. Eso no va a pasar. Porque los juegos y los juguetes no definen nuestra identidad o nuestra orientación afectivo-sexual.
Lo único que podríamos deducir es que un niño que juega con muñecas o con cocinitas, tendrá más probabilidades de ser un padre presente y corresponsable en casa… Pero nada más. Y si una niña juega al fútbol o con coches, será más autónoma e independiente de mayor.
Entonces ¿por qué están extendidas esas creencias sexistas? La respuesta está en la socialización de género: se trata del proceso de aprendizaje por el que hombres y mujeres pasamos desde que nacemos, en el que aprendemos de otras mujeres y de otros hombres, cómo debemos ser, qué se espera de nosotros o de nosotras, en esta sociedad, en función de si hemos nacido hombres o mujeres.
Esa influencia en nuestra forma de ser y de sentir comienza en casa, con mi Familia, y continúa en la Escuela y con el grupo de Iguales. Por no hablar de la importancia que tienen, como agente socializador, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías.
Así, no es de extrañar, que a mediados de noviembre comencemos a ver anuncios de juegos y juguetes dirigidos a las y los peques de la casa, anuncios sexistas por cierto, que separan por colores (y más cuestiones) los juguetes para niños y los juguetes para niñas.
Algo que, como psicólogo, para mí es un absurdo.
De hecho, los pasillos de las tiendas y de los centros comerciales se transforman: el pasillo rosa para los juegos y juguetes para niñas; y el pasillo azul y oscuro, para los juegos y juguetes que venden para niños. Y es que la socialización es un poco tramposa… me explico: la socialización de género nos educa para que mujeres y hombres seamos diferentes, nos comportemos diferente, sintamos diferente, etc. Con el tiempo, vamos creciendo y, como es lógico, observamos que las actitudes y comportamientos de las mujeres y de los hombres son diferentes (cómo no lo van a ser… si les hemos criado así… ainssss). Y entonces, el proceso socializador se autojustifica a sí mismo diciendo algo así como «¿ves? hombres y mujeres son distintos, por tanto, debemos criarlos distintos». Y sin que te des cuenta… te la acaban de colar, pero bien colada. Que puñeteramente listo es este Patriarcado… leñe.
¿Podemos hacer algo a este respecto? Sí, muchas cosas.
Pero como estamos en Navidad, me voy a centrar en todo lo que puedes hacer en estas fechas para no colaborar a educar de forma sexista a las niñas y a los niños de tu familia o de tus amistades.
Hay un decálogo, editado por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) que sería interesante que leyeses antes de pasar a darte ideas de regalos no sexistas. Y dice:
- No hay juguetes de niños o de niñas: evita los que transmitan esa idea, porque aprenden jugando y es mejor que no aprendan valores machistas.
- No hay colores de niños o de niñas. Que los colores y los estereotipos no limiten la creatividad.
- Somos iguales en derechos, pero somos diferentes. La diversidad es un valor único en una sociedad, así que intenta elegir juguetes que reflejen la diversidad de cada persona. Evita aquellos que muestra el modelo tradicional de hombre o de mujer, como si fuésemos fotocopias, todas iguales, todos iguales.
- Compra juguetes seguros, acordes a su edad y libres de prejuicios sexistas. Cuando les orientas para que hagan una buena elección, también estás educando.
- Busca siempre juguetes que integren a niñas y a niños, juegos y juguetes cooperativos y en los que se compartan tanto espacios públicos como privados. Así ayudarás a construir un mundo más libre e igualitario.
- Regala juguetes que promuevan todas las capacidades y habilidades personas, tanto en niñas como en niños, ya sean juegos tranquilos o de actividad física.
- Busca juegos y juguetes que impliquen participar en igualdad y que desarrollen la esfera afectiva sin diferencias por género.
- Evita los juegos, juguetes y videojuegos violentos. Al final transmiten la violencia como forma de resolver los conflictos y lo mejor para una niña y un niño es educar en resolver los problemas de forma positiva, constructiva y creativa. Así evitarás que tengan que ir al psicólogo de mayores.
- Ojo con los anuncios de juegos y juguetes. Como te conté en el vídeo anterior, transmiten valores distintos a los que quieres enseñarles. Tener en cuenta las peticiones de tus hijas e hijos está bien, pero no podemos decir que sí a todo. Igual que procuras que tengan una buena alimentación y, a veces, haces encajes de bolillo para que coman sano, aplica las mismas técnicas y el mismo esfuerzo para que acepten otro tipo de juegos y juguetes que no sean sexistas ni violentos.
- Busca libros, juegos, juguetes y videojuegos en los que estén presentes y se nombren tanto a niñas como a niños. Cuando están estereotipados, los “juegos de niñas” sólo tendrán niñas y los “juegos de niños” sólo tendrán niños. Evitemos eso.
Memorizar esto, así, de primeras, es imposible. Pero con el tiempo, con la práctica, iras interiorizando esta información y teniéndola en cuenta. De hecho, en estas fechas, recibo por mis redes, por mail e incluso por whatsapp, fotos de juegos y de juguetes de personas que dudan sobre si son sexistas o no… pero, en algunos casos, me escriben «esto es sexista, ¿verdad?» Y esa es la mayor prueba de que podemos aprender.
Como ya llevas un rato leyendo, te voy a dejar enlazado un vídeo que grabé el año pasado, con un montón de ideas de regalos, para cada rango de edad, y de diferente tipología y temática para que no tengas que calentarte mucho la cabeza esta Navidad y hagas algo bueno por ese peque o esa peque a quien quieres tanto.
Puedes ver el vídeo pinchando aquí:
Espero que te sirva y que saques muchas ideas y, si tienes alguna duda, puedes preguntarme en comentarios y te contestaré encantado.
¡Felices Fiestas!