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Se ha acabado el verano y entramos en el maravilloso otoño. No entiendo por qué hay personas que le tienen tanto miedo: cada época del año, cada estación, tiene un encanto especial, sólo hay que saber encontrarlo.
Me gusta pensar que, a nivel emocional, ocurre algo similar que con las frutas y verduras de temporada. Igual que nos recomiendan consumir aquellas que hay en el tiempo, también está bien que busquemos cosas que nos guste hacer que se adapten a esta estación del año.
No caigas en el error de pensar que en el otoño no se puede hacer nada o que te va a dar bajón. No caigas en la profecía autocumplida: pensar continuamente que te va a dar bajón porque así lo único que consigues es provocártelo tú misma. Y tampoco te “contagies” del bajón de personas de tu entorno. El otoño se puede vivir con el mismo optimismo que la primavera y el verano, del mismo modo en que mucha gente vive éstos con la misma tristeza que el otoño y el invierno.
¿Influye el cambio de luminosidad y de temperatura? Sí, pero hasta un límite. A veces, les damos más poder del que realmente tienen. Para combatir esto, te voy a dar algunos trucos que podrán ayudarte a llevar el otoño con buen rollo, con energía, con optimismo.
- Haz cosas nuevas. Septiembre es el inicio no natural del año, un mes en el que comenzamos nuevos proyectos, no sólo es “volver a la rutina”. Si te gusta el tema de la papelería, verás que muchas bloggers e instagramers publican sus agendas, sus trucos para organizarse, sus nuevos hábitos y sus nuevos proyectos. Algo que yo he retomado es salir a caminar al caer la noche, ahora que el tiempo es más fresco. Me encanta sentir el fresco en la cara e intento caminar por lugares nuevos. Si puedo ir acompañado, mejor. Si no me pongo mis cascos y escucho música, la radio, algún audiolibro o algún podcast, aunque otras veces, aprovecho para llamar a mis amistades y ponerme al día con ellas. Por otro lado, el tiempo que antes dedicábamos a la playa o la piscina, ahora podemos emplearlo en otro tipo de actividad física (hay gente que se apunta al gimnasio, a zumba, a bailes de salón…). También podemos emplearlo en estudiar un idioma (yo he empezado 2º de inglés en la Escuela de Idiomas, por ejemplo), en aprender alguna actividad placentera (como aprender a pintar…).
Fórmate. El otoño mueve también todo el tema de formación, eventos culturales, clases y demás. Ya te conté antes lo del inglés, pero también puedes aprovechar para aprender cosas que te gusten, ampliar tu currículum o aprender por el placer de aprender. Sin ir más lejos, mañana estaré en Granada en unas Jornadas muy interesantes sobre la salud de las mujeres, y el mes que viene tengo un curso y un congreso. Pero a nivel local a miles de cosas. La casa de la cultura, la casa de la juventud o el centro de la mujer, suelen organizar muchas actividades formativas y culturales. Anímate y haz algo, no sólo sirve para aprender, sino también para salir de casa, para conocer gente y hacer nuevas amistades. Una de mis mejores amigas la conocí estudiando italiano en la Escuela de Idiomas, por ejemplo.
- Orden y Feng Shui. Se ha puesto de moda en los últimos años el método Konmari, el minimalismo o el Feng Shui. La magia del orden le llaman. Dejando de lado el marketing, en YouTube tienes montones de vídeos gratis con trucos y consejos para dar un cambio a tu casa, a nivel decoración y organización. Muchas personas hacen cambio de armarios en estos días y empiezan a sacar la ropa de entretiempo y de invierno y a guardar algunas cosas de verano, toallas de playa y demás. Es una buena época para hacer una limpia, para deshacernos de todas esas cosas que no usamos y no necesitamos: podemos donarlas, regalarlas, venderlas o, si están muy mal, tirarlas al reciclaje correspondiente. Ese deshacernos de lo que nos sirve, mueve las energías y nos hace sentirnos mejor. Al menos a mí me sirve.
- Rodéate de gente positiva. El optimismo se contagia, así que rodéate de gente que te aporte buen rollo, que te motive a hacer cosas, con quien te rías. Reír hace que segreguemos serotonina (al igual que con muchas de las actividades que nos resultan placenteras) y eso eleva nuestro estado de ánimo. De paso aprovecho para decirte que fomentemos los afectos: un abrazo carga muchas pilas. Pero si, en un momento determinado, no puedes quedar con alguien para hacer algo, hazlo tú. Practicar la soledad consciente, es muy bueno. Si no puedes hacer algo sin alguien, revísate, podrías estar ante un caso de dependencia emocional.
Practica el Mindfulness. Trata de vivir presente, con atención plena y conciencia plena, en el aquí y el ahora. No tienes que volverte monje tibetano, con introducir pequeños cambios, notarás un estado de ánimo mejor y menos preocupaciones. Por ejemplo, come de manera consciente, saboreando lo que tomas, prestando la atención suficiente al acto de comer. Dando importancia a cada alimento. Te prometo que notarás sabores que antes no tomabas, a pesar de comer los mismos alimentos y haberlos cocinados de la misma forma. Del mismo modo, cuando estés en un curso, jugando con tus hijas e hijos, viendo una película, o haciendo cualquier cosa que decidas hacer, focaliza tu atención en ese momento (no viajes al pasado o al futuro, quiero decir que no pienses en comprar tomates a no ser que estés haciendo la lista de la compra). Todas esas actividades se volverán más placenteras, las aprovecharemos más si estamos presentes. Si encima aprendes un par de ejercicios de meditación (que no es dejar la mente en blanco, sino llevar tu atención a tu respiración, por ejemplo) ya es lo más de lo más. Y me gustaría trabajar en este apartado el tema de la relajación, que parece lo mismo, pero no lo es: practica ejercicios de relajación como mínimo una vez al día. Es un ejercicio buenísimo para enseñarle a mi cuerpo y a mi mente que cuando yo quiera parar, debe parar. En mi canal de YouTube, tienes una Relajación guiada Regeneradora, para cargar pilas en los momentos difíciles, y otro vídeo con herramientas para relajarte (tienes los enlaces al final de este post).
- Películas, libros y series. El otoño también supone el regreso de las series y de nuevas películas en el cine. Como, con todo, la moderación es lo mejor. Pero en un día frío, que no sabes que hacer, o estás en modo off, ir al cine o ver un capitulillo, ayuda mogollón. También es un tiempo propicio para la lectura, aunque en verano también. Y como no hablar de OT2018, yo ya estoy enganchado, jeje. Música, valores y diversión a partes iguales. Aunque si te falta tiempo, apaga la tele, hay otros hábitos mejores.
Conecta con la naturaleza. Si en verano vamos a la playa, al río o a la piscina, el otoño es una época maravillosa para conectar con la naturaleza de otro modo. El senderismo o los paseos por el campo, pueden ser una experiencia única. Cuanto el frío va llegando, salir al campo bajo los rayos del sol, son un antidepresivo natural maravilloso e insustituible. A mí me encanta aprovechar que no hace calor, para conocer sitios nuevos, rutas senderistas y hacer fotos a la vez que conecto con la naturaleza, ya sea sólo o acompañado.
Espero que este post te haya resultado útil y puedas coger ideas para encarar esta estación con alegría. Me gustaría saber qué trucos tienes tú para vivir un otoño saludable y optimista, tus aficiones o las cosas que te gustan hacer cuando llega esta época del año. ¡Te leo en comentarios!
Enlaces de interés:
- VÍDEO. Relajación Guiada Regeneradora
- VÍDEO. 10 Técnicas de relajación
- VÍDEO. Qué es el Mindfulness
- VÍDEO. Cuatro ideas básicas sobre el Mindfulness
¡Buen Camino!