Tiempo estimado de lectura: 5 minutos. Incluye vídeos y enlaces de interés.
¿Hay más de una forma de quererse a sí misma/o? Por supuesto, puedes quererte poco y mal, o suficiente y bien. Estos conceptos están relacionados con la baja autoestima y la alta autoestima, respectivamente, pero también afectan a nuestras relaciones interpersonales y a nuestro desarrollo personal y profesional.
En el post de hoy, nos vamos a centrar en querernos bien, en querernos de manera suficiente, y para conseguirlo, te voy a dar 5 claves esenciales:
- Tomar conciencia, darse cuenta con amabilidad. Es el primer paso y es el más importante, pues de él depende que lo consigas o no. ¿Por qué? Porque si no dedicas el tiempo y el esfuerzo a observarnos; si no ponemos nuestra atención en nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestros comportamientos; si no tratamos de estar presentes, en el aquí y ahora; no llegaremos a la toma de conciencia. Pero, esto que parece difícil, no lo es tanto. Me explico: darse cuenta de lo que pienso, siento y hago, es una consecuencia directa de prestarnos atención. O sea, es fácil, viene sólo, podríamos decir. Quizás la dificultad estriba en entrenar nuestra atención para vivir presentes, como defiende el Mindfulness, en esforzarnos para practicar a diario la autoobservación: cuando voy conduciendo, cuando paseo, cuando desayuno, cuando veo la televisión… en cualquier momento, estamos pensando, sintiendo, haciendo cosas… Por ejemplo, si he tenido una ruptura de pareja reciente y entreno mi atención, si me esfuerzo por observar cómo me siento cuando me acuerdo de esa persona, o me la recuerda, o escucho una canción o veo algo en la tele o en la calle que me la recuerda, seré más consciente de mi estado anímico, de mis emociones y de mi proceso de duelo. Eso me ayudará a tomar conciencia de en qué punto estoy y que “necesito” (mental y/o físicamente) para estar bien.
- Aceptar lo que vemos. ¿Qué hacemos con lo que vemos, con aquello de lo que nos hemos dado cuenta, de lo que hemos tomado conciencia? Lo primero de todo es aceptarlo. Muchas veces, cuando vemos algo que no nos gusta de nosotras/os mismas/os, queremos ocultarlo o cambiarlo corriendo. Eso es un error. Es más, ocurre lo contrario, de alguna forma lo refuerzas. Recuerda ese refrán que te he dicho alguna vez en los vídeos o en las publicaciones de instagram: LO QUE SE RESISTE, PERSISTE. Así que, aunque no te guste, lo
primero que debes hacer es aceptar que ello forma parte de ti. Aceptarlo no tiene por qué significar estar de acuerdo o consentir. Aceptar tiene que ver con “reconocer” su existencia, permitir su existencia en mi cuerpo, en mi interior, en mi vida, donde sea. En mi canal de Youtube, hice un vídeo sobre cómo aprender a ACEPTAR. Puedes pinchar en la imagen para ir a verlo (también te dejo el enlace al final de este post).
- Integrar y empoderar lo aceptado. ¿De qué sirve aceptar algo si no te sirve para nada? Todo eso que hemos vivido o vivimos, todo eso que hemos sentido y sentimos, todo eso que hemos pensado y pensamos, es una mina de oro. Cuando sabemos su valor y lo usamos a nuestro favor, es cuando lo integramos y empoderamos. ¿Integrar y empoderar las cosas que no me gustan o que quiero cambiar o borrar? Uy, puede que si te haces esta pregunta, tengas que volver al punto anterior. Por cierto, nada se puede borrar. Las cosas “malas” (lo entrecomillo porque no me gusta usar esa expresión, prefiero hablar de experiencias) se superan, pero nunca se borran. Pero, a efectos prácticas, para ti, es lo mismo. Y como nunca se borran, lo mejor que puedes hacer es usarlas para tu bienestar. Todas esas cosas, tienen el valor de habernos traído hasta el día de hoy y ser como somos, con nuestras virtudes y defectos. Yo todavía no he conocido a nadie perfecta o perfecto. Cuando acepto que ello forma parte de mi (pero que no soy yo), cuando lo integro como algo mío (sin ser lo único) y cuando le doy el valor que tiene (y extraigo el aprendizaje que me aportó, o las experiencias o lo que sea que tenga de positivo, porque sí, todo lo malo tiene algo bueno, como mínimo el aprendizaje), entonces subo de nivel y siento más seguridad y satisfacción conmigo.
- Responsabilidad y foco dentro. Nada de lo anterior sería posible si no asumimos nuestra responsabilidad en la situación. Asumir qué parte de responsabilidad tengo yo en lo que he vivido o vivo, en lo que he pensado o pienso, en lo que he sentido o siento, me dará algo fundamental: el control de mi vida, de la situación. No podemos controlar a otras personas u otras situaciones. Sólo tenemos control sobre nuestro SER y eso es muy valioso. Cuando me
ubico en ese sentido de responsabilidad sobre mí, empiezo a enfocarme también en mí. En esta parte no me quiero extender, porque hace unas semanas, subí un vídeo a mi canal de YouTube, en el que te explicaba la diferencia entre enfocarnos fuera y enfocarnos dentro, y los beneficios de poner el foco dentro: los focos a mi persona, como diría Isabel Pantoja, jeje. Para ir a ver el vídeo, puedes pinchar en la imagen (y como antes, también tienes el enlace al final de este post).
- Autocuidados. Parece obvio que una parte necesaria de quererse bien es cuidarse. Parece obvio, pero no es lo habitual. Cuando no hemos puesto en práctica las claves anteriores, podemos dejar atrás mucha información importante. Digamos que acumulamos sesgos o errores en nuestro autoanálisis. Así, una persona que acaba de romper con su pareja, puede caer en el error de pensar que cuidarse es salir a ligar inmediatamente o comenzar una nueva relación a los pocos días o semanas, sin haber hecho la digestión de la anterior. O para una persona estresada con su vida laboral y su economía, puede parecerle lógico, gastarse dinero que no tiene en comprarse algo o hacer un viaje, olvidándose de que, cuando vuelva a la realidad, se agobiará y se estresará por el mismo tema, mucho más. O algo que yo decía hace años y de lo que me di cuenta, por suerte para mí, y es que cuando tenía un mal día o algún problema que me saturaba o me superaba, o cuando quería “premiarme” por algún logro o algo que había hecho bien, a pesar de tener sobrepeso, me decía que me “regalaba” comer en una cadena de comida rápida, por ejemplo. Pero eso no era ningún regalo, no era ningún autocuidado. Al contrario. Por eso es tan importante estar presentes y tomar conciencia. Estoy preparando un vídeo para el canal con 100 opciones para cuidarse, mimarse, quererse. Hasta entonces, te dejo los enlaces que te comentaba.
Espero que este post te haya resultado útil. Me gustaría saber cuál es tu clave para quererte bien y cuáles son esas pautas de autocuidados que te funcionan y te sientan de maravilla.
Enlaces de interés:
- VÍDEO. Cómo aprender a aceptar
- VÍDEO. Cómo enfocarnos: foco dentro versus foco fuera
- POST. Culpa versus responsabilidad
¡Buen Camino!