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Soy consciente de que tanto en el blog como en el canal de YouTube os hablo en muchas ocasiones de machismo, feminismo, Patriarcado… y nunca me he parado a explicaros en qué consiste realmente. ¡No te preocupes! No va a ser un tostón ni nada parecido. Te lo voy a definir, con mis palabras, de forma muy breve.
Para empezar, vamos a ir al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) y vamos a buscar la palabra (más tarde entenderás el porqué). Según la RAE, Patriarcado es (ver la captura de pantalla que sigue):
Habla de dignidad, de territorio, de jurisdicción, de tiempo, de gobierno o autoridad… Todas palabras que nos pueden recordad a control, a poder. Y como vemos en su quinta acepción, para la RAE, el Patriarcado es una “organización social primitiva en que la autoridad es ejercida por un varón jefe de cada familia, extendiéndose este poder a los parientes aun lejanos de un mismo linaje”. Me hace mucha gracia porque usa la palabra “primitiva” para definir a algo que sigue anclado en nuestras vidas en la actualidad.
Esto puede parecer un poco lioso, así es que traduzcamos: el Patriarcado es un sistema de organización de la sociedad, de la gente, que viene de tiempos inmemoriales, en el que la superioridad, el poder, el control, la dominación, la tenemos los varones por definición. Esto no es que me guste, al contrario, me produce rechazo. Pero la realidad es que esto es así. Y quien piense que no, tiene un problema muy básico: desconoce la realidad del mundo en el que vive.
Y ¿por qué digo esto? Pongamos algunos ejemplos. ¿Quienes cometen más delitos y llenan las cárceles? Mayoritariamente hombres. ¿Quienes invaden países o entran en conflicto? Mayoritariamente hombres. ¿Quienes gobiernan el mundo? Mayoritariamente hombres. ¿Reinados? Mayoritariamente, hombres. ¿Dirección de empresas, ya sean grandes o pequeñas? Mayoritariamente hombres. ¿Cargos importantes en las distintas religiones? Mayoritariamente hombres.
Todo… todo… está visto, medido, gestionado, controlado desde el punto de vista de un hombre. Hasta la maternidad. ¿Cómo? ¿La maternidad? Pues sí, el sistema médico actual fue creado por hombres y sigue estando gestionado por muchos de ellos. Las técnicas ginecológicas, perinatales, etc. están adaptadas a la comodidad del personal sanitario, no de la embarazada/parturienta/madre. Un extremo de esto es lo que se conoce por “violencia obstétrica” y que puedes ver reflejada en este vídeo reivindicativo de las humoristas feministas argentinas Malena Pichot y Charo López.
Pero no sólo eso, también la familia. La estructura familiar que predomina en nuestra cultura es jerárquica y desigual: el papá arriba (cabeza de familia, el protector, el proveedor), la mamá debajo de él (la cuidadora, la que nutre) y debajo los hijos y las hijas. En más, en algunos libros escolares (actuales) te lo dejan bien clarito. Recuerdo uno de primaria que decía: “los nómadas viajaban con sus mujeres, sus hijos y enseres”. ¿Qué pasa? ¿Qué las mujeres no viajaban? ¿O qué? Te parecerá algo ridículo o sin importancia, pero tiene más importancia de lo que crees. Ése es el lugar que el Patriarcado dice que ocupan las mujeres en nuestra sociedad: segundonas, dependientes de…, subordinadas a alguien superior, etc. Cosas que repercuten a todos los niveles. Algunas erradicadas de las leyes, pero no de la cultura o la educación. Te pongo un ejemplo. Hasta el año 1984, la infidelidad estaba reconocida como delito, pero no se llamaba igual si la cometía el hombre o si la cometía la mujer. Si hombre era infiel, ya fuese con una o con tres millones de mujeres, pero había escándalo público, era delito. En el caso de la mujer era diferente: la mujer que fuese infiel con UN hombre, con o sin escándalo público, era delito. ¿Cómo te quedas? Pues eso pasaba en el año en que yo nací (y no hace tanto que soy muy joven, ¿eh?). Pero es que cosas como éstas o peores siguen en nuestra sociedad, en la española, y también en otros países del mundo: los matrimonios concertados, la violencia de género, la mutilación genital femenina, etc.
En este sistema social, en el Patriarcado, las mujeres son tratadas y consideradas como seres inferiores. A veces, son cosas llamativas (y ante esas es fácil revelarse o tomar partido) pero otras veces son más sutiles como, por ejemplo: “entrada gratuita para mujeres a la disco tal, los hombres pagan 10 euros”. ¡Qué guay! ¿no? Entrada gratuita… Si no pagas por un producto, el producto eres tú. Tenlo claro. Pero ante esto nadie se revela, porque poca gente se da cuenta.
El Patriarcado además es un macrosistema. Para mí es el más macro de los sistemas. El capitalismo es patriarcal. El comunismo es patriarcal. Cualquier sistema de organización social que se te ocurra seguro que es machista y patriarcal.
¡Ah! Y el Patriarcado no sólo se rige por la superioridad de lo masculino sobre lo femenino (por resumir un poco la definición), sino que también se rige por la heteronorma. ¡Hala! ¡Otra palabreja! Tranqui, que es muy sencillo. La heteronorma o la heteronormatividad (también se escribe así) es una idea concebida por el patriarcado que entiende que lo normal, lo natural, lo bueno y adecuado, es un modelo heterosexual. Es decir, la norma, la regla, lo normal, es ser heterosexual. Por tanto, la familia patriarcal única y adecuada, es la heterosexual. Y todo lo que no sea, hombre y mujer, es caca. ¿Sorprendida? ¿Sorprendido? Pues así es el mundo y así son las luces que tiene el Patriarcado… vamos… ningunas.
Y toda esa forma de organización social patriarcal es machista, obviamente (por la superioridad de varones frente a mujeres, de lo masculino sobre lo femenino). Pero el problema, como te he dicho es que afecta a la construcción de la familia, a la sanidad, a la educación… pero también a cosas más íntimas, como la libertad de ser el hombre que yo quiera o ser la mujer que tú quieras. El Patriarcado entiende que hay una forma, una única forma, de ser hombre y de ser mujer. Y todo lo que se salga de eso, es caca. Y además, afecta a las emociones: nos educan para sentir distinto (no educan para que los hombres sintamos de una manera y las mujeres de otra). ¡Como lo lees! Pero también el Patriarcado nos condiciona a la hora de amar: defendiendo un modelo de amor tóxico, insano, que en la teoría se le llama “amor romántico”, por esto de los príncipes azules, las princesas y un largo etcétera.
Más ejemplos de esto los tienes en el vídeo de esta semana “No estás sola” y en el de la semana pasada “los 10 mandamientos del Patriarcado al volante (Parodia)” de mi canal de YouTube. Pincha en los títulos para ver ejemplos reales de efectos secundarios del patriarcado.
Y para terminar, ¿sabes qué es lo mejor de este blog y de esos vídeos? Que podrás comprobar por ti misma o por ti mismo, que el Patriarcado, está en todas partes… Sólo tienes que poner atención en tu día a día. Muchas de las mujeres que han pasado por mi consulta y por mis talleres me lo dicen: “ahora veo cosas que antes no veía”, “ahora me doy cuenta de cosas que antes pasaban inadvertidas”, “ahora cuando veo la tele, veo cosas en las series, los anuncios, los programas, que son machistas” …
Sólo es cuestión de observar, de estar presente. Tomar conciencia de ello no soluciona el problema, no acaba con el Patriarcado. Pero te hace ser, cada vez, menos partícipe de él. Y eso, a la larga, será la victoria contra este sistema discriminatorio, intolerante y violento.