Tiempo estimado de lectura: 7 minutos. Incluye vídeos.
El miedo es una de las emociones básicas. Entrar en juicios de valor entre emociones “buenas” y emociones “malas” es un error. Debemos hablar de una adecuada o inadecuada gestión emocional.
Como todas las emociones, el miedo, se mueve en un continuo, es decir, de muy poco o nada de miedo a mucho miedo. No conozco a una persona que siempre tenga la misma cantidad de miedo, sino que, dependiendo de la situación, se situará hacia uno u otro extremo de este continuo.
Esta emoción tiene una función adaptativa: nos ayuda a sobrevivir. ¿Has pensado qué pasaría si no tuvieras nada de miedo? Tu vida se convertiría en una ruleta rusa y en cualquier momento, podría llegar tu final: conducir por la autovía a 180 km/h por dirección contraria, hacer puenting sin cuerda o lanzarte al vacío creyendo que puedes volar. Si no tuvieras miedo, cualquiera de estas situaciones absurdas (pero peligrosísimas) sería posible. Y pagarías las consecuencias.
Y ¿qué ocurre cuando tenemos mucho miedo? Como te comenté en uno de los primeros vídeos de mi canal de YouTube (pincha aquí para verlo), cuando sentimos mucho miedo podemos bloquearnos, entrar en congelación (lo que en inglés llaman “freeze”). En un lenguaje coloquial, sería como si el cerebro se bloqueara al no poder procesar tal cantidad de miedo. Decimos entonces que el miedo (mucha cantidad de éste) es la única emoción del ser humano que te paraliza: puedes sentir mucho amor, mucho odio, mucho de lo que tú quieras, pero no te paralizará. En cambio, con el miedo sí ocurre.
¿Qué podemos hacer para superar este bloqueo? ¿Cómo podemos evitar que nos ocurra? ¿Cuál es la mejor forma de afrontar el miedo? Te propongo 5 estrategias:
- Utiliza tus recursos mentales.Muchas veces, al no confiar en nosotras/os mismas/os, olvidamos también confiar en nuestro cerebro y en su poder. La mente tiene pequeños trucos que son muy poderosos (no todo lo potente tiene que ser complejo). Se dice que prevenir vale más que curar y en este caso también es aplicable. Para vencer el miedo y el bloqueo hay que prepararse: anticípate. ¿Cómo? Debes tener en cuenta varios aspectos:
- No te engañes. Para afrontar una situación no hay nada como reconocer los hechos tal cual son, ni más ni menos. Si te mientes, tu miedo crecerá. Recuerda que una cosa es lo que piensas en tu parte consciente, pero tu mente puede tener otra idea en tu inconsciente y eso te hará perder fuerza y que el miedo se crezca.
- Imagina que es lo peor que podría suceder una vez llegada esa situación y decide qué harías en tal caso. De producirse esa situación, aunque sintieras una gran activación interior, no habría bloqueo, ya que no tendrías que pararte a pensar qué hacer. Tu mente ya lo sabría puesto que lo pensaste y decidiste previamente. Sólo es cuestión de llevarlo a cabo.
- Y con esto también tienes otro beneficio: acabas con las preocupaciones (lo piensas una vez y tomas la decisión una vez, no hace falta que lo repases más veces). Pero es importante tomar esa decisión. No insistas en la idea de que no puedes decidirte hasta estar convencida/o de los resultados. Nunca podrás prever al 100% algo. Siempre habrá un margen de error. Pero eso no significa que tengas que equivocarte. Recuerda, que nos estamos anticipando a la situación que nos produce miedo. Es decir, estamos pensando qué haríamos si ocurriese tal o cual cosa. Pero lo bueno es que ahora no está ocurriendo, por tanto, no sentimos miedo ni bloqueo y podemos pensar con claridad. Eso nos ayudará a que nuestra decisión sea acertada.
- Además, tomar decisiones tienen una consecuencia positiva directa: aportan tranquilidad. Piensa en una situación que hayas vivido, hace tiempo. Y observa cómo te comportaste y qué sentías. Te pondré un ejemplo personal: hace unos años, tenía un trabajo que me gustaba, pero en el que no me encontraba bien por diversos motivos. Al principio se podía sobrellevar e intenté varias cosas para mejorar mi sensación en ese trabajo. Hasta que un día me di cuenta de que era imposible y de que, a pesar de que me gustase el trabajo, el entorno me hacía daño. Entonces tuve que valorar si dejaba ese trabajo, que además necesitaba, o si seguía en él aunque cada nuevo día fuese peor que el anterior. Hubo varios días de malestar, hasta que tome la decisión. Aunque fue dolorosa, a partir de tomar la decisión de dejarlo sentí alivio. Mi cuerpo me corroboraba lo que me había dicho mi intuición: deja ese trabajo. Cuando lo decidí, mi cuerpo y mi mente se relajaron. Es el beneficio directo de tomar una decisión.
- Utiliza el pensamiento positivo.Nada es más poderoso que la palabra: una palabra basta para hundir a una persona y una palabra basta para poder levantarla (como decía una fábula sobre la lengua). Cuando sentimos miedo nos encontramos inestables, inseguros… y eso se refleja en nuestro lenguaje, que empieza a ser menos amable, menos realista y más negativo. Y si nos dejamos llevar por ese estado emocional alterado, terminamos diciendo que “no podemos”, que “no somos capaces”, que “todo irá mal” … El miedo aumenta con nuestra negatividad e impotencia. Repite este mantra “yo puedo, yo puedo y lo haré”. Repítelo tantas veces como sea necesario. Al hacerlo estás diciéndole a tu mente: shhh, oye, tú, no te relajes que lo voy a hacer y estoy seguro de que puedo conseguirlo. Y ¿esto funciona? Te lo explicaré al contrario… ¿sabías que un pensamiento negativo deprime el sistema inmunitario durante 6 horas? Pues sí. Es lo que llamamos las bengalas emocionales, a las que un día dedicaremos un vídeo o un post completo. Del mismo modo, si eres impecable en tu lenguaje, estarás aportando optimismo a la situación, ganarás en seguridad y tu cuerpo y tu mente se conjugarán para lograr vencer al miedo. Y recuerda: respira. Parece una tontería, pero cuando nos dejamos llevar por el miedo, con contraemos, nos tensamos y acabamos dificultando nuestra respiración (y esto tiene mucho que ver con la ansiedad).
- Acepta que puedes equivocarte. Nadie es perfecto. Pero si tratas de estar segura/o de que todo saldrá bien y pretendes hacerlo de forma impoluta, sin margen de error, sin flecos sueltos… amiga, amigo, estarás cavando tu propia tumba. Como te contaba en el vídeo sobre toma de decisiones (pincha aquí para verlo), cuando tomamos una decisión lo hacemos en el momento presente, con las circunstancias del momento presente y con la información y los recursos de ese instante. Eso puede hacer que erremos, pero eso no significa que no hayamos tomado la mejor decisión. A veces, tomamos la mejor decisión posible para esa situación en ese instante, y con el tiempo nos damos cuenta de que nos equivocamos. ¿Eso quiere decir que había otra alternativa mejor? Quizá sí o quizás no. Pero si hiciste un proceso de toma de decisiones adecuado, lo más probable es que no hubiese ninguna decisión mejor para ese momento. Sea como sea, acepta que puedes equivocarte y está bien que lo hagas. De los errores se aprende y no es ningún tópico, es una realidad. Los errores están infravalorados. Y a mí siempre me gusta recordar esa frase que se atribuye a Edison que dice “he descubierto diez mil formas de cómo NO se construye una bombilla”. No vayas con el fracaso en mente, aumenta el miedo a afrontar la situación y no es nada realista.
- Visualiza el éxito.Imagina que es lo mejor que te podría ocurrir en esa situación al llevar a cabo tu decisión y presta mucha atención, visualiza, cómo te sentirías en ese caso. Recarga tus pilas imaginando qué sensaciones tendrías al resolver la situación adecuadamente. Acuérdate de lo que hablamos antes de los pensamientos positivos y negativos. El miedo se crece ante la sensación de inseguridad e impotencia, por lo tanto, visualizarte de este modo, disminuye la capacidad de bloqueo del miedo. En YouTube hay muchas visualizaciones, aunque no todas son iguales. Te estoy preparando un vídeo con una que utilizo en mis sesiones para que la puedas hacer en casa (estará disponible próximamente).
- ¡Adelante!No esperes a mañana. Si hay situaciones a las que temes, sigue estos pasos y afróntalas cuanto antes. ¿Sabes cuál es una de las terapias más efectivas en el tratamiento de fobias y miedos potentes? La técnica de “aproximaciones sucesivas”. Es decir, enfrentarse poco a poco a la situación o al objeto que produce aversión y miedo. Y es que no hay nada como romper esas barreras. Dicen los estudios, que más del 90% de los miedos que tenemos son a cosas que no han pasado, no están pasando y no pasarán. ¿Que mejor forma de superarlos que demostrándonos a nosotras/os mismas/os que son mentira?
Como siempre te digo, aquí tienes unas recomendaciones generales, luego cada caso es particular y no funcionan todas y del mismo modo para todo el mundo. Hay excepciones. Lo ideal en casos más complejos es acudir a un profesional. Pero sea cual sea tu situación, espero que este post te sirva para reflexionar.